LA PROMESA



Y entonces llegó María Alejandra, durante lo que quedaba del año del 2009 resolveríamos el tema de su divorcio, así como el bautizo de la nena. El día que tomó el anillo (uno simbólico, no de compromiso)  conversamos sobre la planificación de nuestra unión, así durante el 2010 ahorraríamos lo necesario para poder casarnos por vía religiosa en marzo del 2011. Sorteando las discusiones de pareja,  y cómo se lo mencioné a ella desde un comienzo "las relaciones que perduran son las que se aceptan con sus defectos y virtudes"; vivimos felices para siempre.
Así terminan los finales felices, ¿no?
"Memorias de una Espera"  debió haber acabado acá, en este capítulo, con algunas fotos luego del anécdota que escribo en la parte final. Sin embargo como he contado en el capítulo 16, aún quedan otros pendientes. Los románticos pueden acabar en este capítulo, los experimentados y abiertos al conocimiento pueden seguir leyendo los posteriores, puesto que hay una pregunta pendiente que aún no ha sido hecha.

Después del "vivieron felices para siempre".-


A razón de escuchar una canción de Joaquín Sabina y Fito Páez ("llueve sobre mojado") cuya letra decía: “...ayer Julieta denunciaba a Romeo por malos tratos en el juzgado...”, me hizo pensar en todos los cuentos que terminan con el final feliz,  preguntándome ¿y qué sucedió después?

TEORÍAS SARCÁSTICAS
La cenicienta: nunca crío a sus hijos, eso no se practica en la nobleza, para ello había institutrices y tutores, así como muchas, pero muchas sirvientas, propio de un buen reino. El príncipe se volvió rey. Luego de algún tiempo la monarquía fue derrocada por un pueblo hambriento, que detestaba la moda de los zapatitos de cristal, para luego dar paso a la era republicana. Se rumorea el asesinato de los protagonistas durante alguna revolución.

Caperucita Roja: Habiéndose ganado fama desde muy pequeña como cazadora de Licántropos (hombres lobo), se convirtió en la más temida guardiana de los bosques. Homóloga de "Buffy the vampire slayer" tenemos a "Little Red Riding Hood the werewolf slayer". ¿cómo que no era hombre lobo? ¿Y cuando carajo has escuchado a un lobo que habla?

La bella durmiente se casó con su primer enamorado, por no decir se casó con el primer cojudo que vió. Luego descubrió las cosas buenas de la vida. Se divorció y se levantó a medio reino. El trámite de divorcio duró mucho y la pensión de alimentos fue una de las más cuantiosas de todas las épocas. Nunca llegó a ser reina por obvias razones. Falleció en un extraño accidente cuando la carroza en la que viajaba aparentemente perdió el control y calló por un acantilado. Su cuerpo quedó destrozado, nunca se encontraron rastros del cuerpo del cochero, ni se supo de persona que preguntase por él.

Hansel y Gretel famosos por dedicarse a cazar brujas, llegaron a convertirse en líderes de una secta élite que las combatían. Dieron rienda suelta a su creatividad, logrando entrar en el chart "number one" del salón de la fama en cuanto a torturas se refiere. Posteriormente los servicios de su secta de élite fue requerida para ser institucionalizada con el nombre de Santa Inquisición. Un toque de realidad a tanta fantasía, o un exceso de fantasía para alguna idealista realidad.

Haber si actualizábamos los cuentos al siglo XXI ¿no?



Y en mi "cuento" ¿que sucedió?.-

Dejando atrás el sarcasmo. Sucedió que recordaba yo, como poco a poco me había ido forjando con ciertos ideales y valores, no como todos los "malogrados esos" que ya mencioné lineas atrás.

El Dr. Villavicencio catedrátidco de la facultad de derecho, en 1996 nos daba como lectura básica un par de libros, los cuales se volvieron trascendentales en mi vida: "El Hombre Mediocre" y "Fuerzas Morales" ambos del ítalo - argentino José Ingenieros (Giuseppe Ingegnieri). Recomiendo su lectura puesto que aquellos libros te perfilan e inspiran los ideales y los valores con una tenacidad inquebrantable.

Hacía años atrás que había escuchado sobre el prestigio, el respeto, y la confianza que logran aquellas personas de palabra, aquellos que cumplen lo que dicen pase lo que pase, aquellos que se convierten en honorables conforme a sus actos en la vida cotidiana y que van formando su reputación día a día. Si no hubiese sido por la ética de mi hogar, la bribonería hubiera podido calar convirtiéndome en uno más del común denominador.  Lo que no quiere decir que desconozca de las distintas artimañas de un bribón, para aquello también tuve mi preparación en mis 5 años de rebelde formación como pardillo en la tuna, pero eso es parte de otro capítulo.

Sentado desde muy joven en medio de las reuniones de los amigos de mi padre, podía observar a militares expresarse con cierto grado de respeto y admiración hacia otras personas, no sólo por sus logros, sino por la convicción que tenían  para expresarse de ciertas personas, amigos, compañeros de promoción suyos salidos de la escuela militar, etc.
Así alguna vez  se expresaba cierto General, refiriéndose a alguien ausente:
"...este tipo es un tipaso, ese!! es un hombre de palabra!... "
Y de alguna manera mientras aprendía escuchando sus anécdotas, palomilladas, alegrías y penas, las últimas frases referidas fueron las que más me impactaron. De ésta manera elegiría mi norte en la vida.

La Promesa.-

Y entonces, continuaba el cuento... Luego de su llegada procedimos pausadamente a ejecutar lo ya planificado. Mientras tanto disfrutábamos de los buenos momentos juntos los 3 (ella , la pequeña y yo). Nos mofábamos tontamente de los "ocurrentes bailes sensuales" de un tal señor Oso, hasta que la abuela procedió a ponerlo en cuarentena, le causaba incomodidad a la abuela, me di cuenta (mmmm aunque pensándolo bien seguro ella quería más del sr. oso, en fin).
Así transcurrían los días con nuestras planificaciones ya hechas, ambos ya sabíamos lo que era convivencia, sólo era cuestión de organizarnos y era el primer punto pendiente que teníamos ambos en nuestra agenda era el vivir juntos. Nos quedaba de tema pendiente el divorcio; el bautizo de la nena, el cual se daría en unos meses cuando llegase su hermana de España, ya que ella sería la madrina.
Teníamos que encontrar una guardería para la nena, saber quien la atendería, quien la recogería si los 2 trabajábamos. Ella vivía mientras tanto en casa de sus abuelos maternos, algo que habíamos acordado sería temporal. Por cierto, lugar de donde ella quería salir, y quizás omití su apuro en este sentido.
Muchas veces me contaba la consternación hasta el grado de cansancio, por parte de las expresiones de su abuela y su prima: ! pobrecito Francisco como ha de sufrir sin su hija, ¿no?
La abuela vivía su propia novela muy distinta a la de nosotros.

Mary decía: Pero que todos en esta casa ya me tienen cansada! con "que pobrecito el subnormal ese", 
¿y yo que? ¿Soy la mártir que tiene que aguantar todas sus estupideces?
¿pobrecito él? si supieran de todas las perradas que me hizo, cómo que lo saben...
¿y yo? total...¿ estos son mi familia o familia de él?...

En alguna salida el estrés de ella, ó el estrés mio, o quizás había una Tercera Razón, no recuerdo como ni porqué, pero ella adoptó una actitud un tanto caprichosa justo cuando estábamos a punto de tomar un taxi para salir a relajarnos.

El hecho es que poco a poco en cada pregunta una tonalidad de indiferencia empezaba a evidenciarse cada vez más, en cada respuesta que me daba. Finalmente siendo consecuentes con salir para divertirtese, había que tener en cuenta la actitud.
- ¿Dime quieres salir o no?
Ma.- Pues, ya estamos acá. 

Le increpé de su comportamiento, le preguntaba que le sucedía.
Ma.- Que nada.  - porfiaba respuestas y que le daba igual.-

- Pero sino quieres salir dímelo, replicaba yo
Ma.- pero que da igual total ya estamos acá
- bueno entonces si te da igual, no vamos a ninguna lado, vamos te dejo en tu casa, 
y q tampoco quería ir a su casa "porrrrrrrrr la!!!"

- ¿Entonces q hacemos'
Ma.- pues no sé, nada y listo 

Internamente mientras trataba de lograr cierta calma a tan "maduras" respuestas, me decía:
- ah no yo no estoy pa' cojudeces ni para se juguetito de nadie,
Eso de: "me da igual" salir contigo o no, pues no me gustó para nada.
Insistiendo una vez más en querer acompañarla a su casa me dijo, que tampoco quería ir.

Y como un cúmul interior que revalsaba de estrés le dije:
-¿Sabes qué? hablamos otro día, haz lo que quieras -  y me fui, caminé y caminé sin entender que la había llevado a esa actitud. Realizaba un recuento mental de ciertas actitudes suyas que me habían llevado al cansancio, mientras que al mismo  tiempo lanzaba un golpe hacia un poste por el camino pensando: "que te llaman tus amigas por el teléfono", "que el chat con la mamá, día tras día", entre otras cosas.
Lo único rescatable fue que cuando ella se iba a chatear yo empecé a entablar una buena amistad con Don Humberto su abuelo materno. Un día  inclusive ella hasta me reclamó, que me pasaba mucho tiempo conversando con el abuelo, que si había ido a verla a ella o a él.
- Pues lo mismo que cuando yo voy y te pones a conversar con tu mamá por la computadora, así tu te entretienes por un lado, cumples con hablar con tu mamá, y yo por el otro converso con tu abuelo, abarcamos distintos aspectos, nos distraemos con la familia y todos felices y contentos.
Claro que no le gustó para nada la idea, pero era hacerle ver "una con otra".

En fin, seguía yo aquella noche caminando y caminando, tratando de armonizar las turbulentas ideas que me habían llevado hasta ese punto de querer alejarme de ella, hasta que me detuve para tomar algún auto, bus taxi, lo que sea. Era como si algo me dijese sal de una vez, pero a la vez era curiosidad de voltear y saber si seguía parada en el paradero, o ya se había regresado a su casa. Y de pronto la vi caminando hacia donde yo me encontraba.
Ante lo cual me detuve a reflexionar y tratar de entender... ¿qué iba a entdender yo?

- No te dejé sola,  tú te quisite quedar sola, te dije para ir por acá, que no sabias; para el otro lado, que te daba igual; entonces que ibamos a tu casa y ni eso. Si por último no querias salir pues no había problema regresábamos, pero tampoco querías y te encaprichabas.
- Haber donde están esos que te dijeron algo, ¿qué te dijeron?
Ma.- Que ya se fueron, pero vamos por acá
- Sólo quiero saber quienes son
Ma.- No quiero que las cosas se compliquen, mejor vamos por este otro camino de regreso a casa

La discusión se tornó más manejable y poco a poco los ánimos se fueron calmando hasta que poco a poco recuperamos nuestra amorosa sintonía, que aunque amorosa aún teníamos mutuos reclamos pero en una forma totalmente conversable.

Nos pedimos disculpas mutuamente, y nos abrazamos. Cuando la abracé me dijo algo, que me hizo recapacitar, ver cuan herida o sentida pudo haber quedado por un hecho similar de otra persona, ¿ porqué cosas habría pasado, me pregunté?
No podía permitirme cometer los mismos errores, que hagan que me compare.

Con cierto grado de consternación me dijo: Nunca me dejes! 

Al comienzo estaba incrédulo por lo que me acababa de decir, y por la mucosidad de su respiración me di cuenta que habían ciertas lágrimas
La tomé por la cintura y apartándola un poco de mi cuerpo busqué su mirada, tomé su rostro con cariño y le dijé: mirame! y así mirandola con ternunra y cierta seriedad, le dije:
 "jamás piense eso, me entiendes" y luego de besar sus labios le dije "Nunca te voy a dejar" luego de ello la besé y abracé muy fuerte.
Esa mucosidad en su respiración, cuando la abracé en un primer momento me hizo recapacitar en todo lo que había pasado, me conecté con ella por un instante era como si viera a través de ella y sentir lo que sintió.
Luego le dije cariñosamente: "podrán haber cositas que nos lleven a malos entendidos, la idea es que las conversemos con el ánimo de entenderlas, sino, no las podremos solucionar. Pero pase lo que pase, escúchame bien... Nunca te voy dejar, eso te lo prometo, soy una persona que cumple lo que promete y siempre voy a estar contigo, pase lo que pase voy a estar a tu lado"

Procedimos a besarnos mientras que al mismo tiempo secaba algunas lágrimas de su rostro y la volvía  a abrazar y besar incansablemente.
Son los detalles que más recuerdo de aquella discusión que terminaba en la puerta de su casa entre besos y abrazos.

Y pues bueno ya saben el resto, vivimos felices para siempre.  ¿y eso que implica?
Algo así cómo ¿"los declaro marido y mujer...hasta que la otra los separe"?





Y ya que empezamos el capítulo hablando de cuentos.
En una conversación, Maria Alejandra me comentaba sobre su incertidumbre de cómo explicarle a la nena el hecho del porqué su padre estaba lejos, cómo nos desarrollaríamos como familia cuando ella empiece a preguntar. Yo ya tenía experiencia en ese campo, experiencia propia claro está,  al ver a la nena me veía reflejado a mí de pequeño, y la verdad que no le veía nada complicado, todo era cuestión de explicarle poco a poco las cosas con la verdad. A razón de ello le dije no te preocupes: se lo podré explicar yo, a manera de cuentos antes de acostarse con dibujitos y todos los detalles, así la idea le será más fácil de asociar, y conforme vaya creciendo se le hará más fácil preguntar y entender las cosas.

Aquellos "cuentos" los escribí bajo un sólo título, el detalle es que en determinado momento, tuve que reeditarlos e inclusive sacar capítulos y quizás por ahí perdieron su esencia primaria y se volvieron en mi versión subjetiva. ¿Quieren saber como se llamaba "el cuento"?  (vayan al final de este capítulo)

The Promise - When in Rome (lyrics)

La Promesa (letra)

06:00 am.- Estaba impaciente, algo más de 3 meses en expectativa y 10 años que no la veía “en vivo y en directo”. Como correspondía a cada sábado me levanté temprano para dar clases de Capoeira en la universidad. Parecía un día largo. Conforme pasaron las horas la impaciencia de UNA ESPERA crecía y a la vez llegaría a su fin.

12:15 pm.- Al concluir clases  tomé un taxi para llegar lo más pronto posible a casa, y así alistarme cuanto antes para este encuentro.

Lo hora estimada de llegada sería las 05:35 pm y calculando la ruta pues quizás podrían ser  1 hora de camino hasta el aeropuerto como máximo. Mientras me alistaba, de alguna manera me vi asediado de correos y llamadas para ir a una presentación con la tuna, para hacer tal o cual cosa. El chofer que trabajaba con nosotros ese día no podía hacerlo así que  planifique todo por mi propia cuenta. Pese al aviso de tener ese día ocupado no faltó por ahí la insistencia de aquellos que en cierto modo querían cruzarse con mis planes.

Como un símbolo de antaño, había pensado en darle una rosa al momento de su llegada. Fui a recoger la rosa antes de dirigirme al aeropuerto, y una vez que hice esto, procedí a tomar un taxi. Coincidentemente ninguno quería dirigirse hacia esa ruta. Quería ganar tiempo, prefería llegar temprano que tarde,  y evitar cualquier impase con el ya supuesto tráfico en las calles, aquel que a la larga hizo que caminase unas 8 cuadras, hasta que pudiera conseguir uno que me condujera a mi destino, mientras esta caminata pensé:

Vaya coincidencia! me dije por un segundo, era si como por alguna razón las cosas se predisponían para impedir este encuentro, quizás era la emoción el nerviosismo, el perfeccionismo… en fin. Aún estaba a tiempo, para evitar cualquier riesgo o imprevisto no deseado. Empezó  cierta reflexión, y de ciertos pensamientos analíticos empezaron a venir a mi mente una ráfaga de ideas extrañas – atención a las señales -, no entendía - . Fue como una remarcada de hechos a los que no le tomé atención pero si me había causado cierta momentánea preocupación por una extraña coincidencia, parecían haberse dado cierto día de junio y ahora se tornaban como si quisieran impedir algún encuentro. Para cortarlas expresé: Su puta madre con la ley de Murphy!… a relajarse y a usar la ley de la atracción como debía ser.

Aquel ímpetu por conseguir lo que quería y lo que tanto me había propuesto realizar, me hizo decir: Yo escojo, yo decido y “esto” ocurrirá. (“Esto”, no se refería sólo a ese momento, me refería a nuestra relación.)

Ésta sería la vía más rápida  a tomar por el taxista, y la impaciencia de horas se hizo paréntesis con aquel panorama, mi visión favorita: el mar. Bajé la ventana para aspirar aquella brisa marina, tiré mi cabeza hacia el respaldar, y así ese momento quedaba grabado con una gran calma, mientras la cuenta regresiva de UNA ESPERA llegaba a su fin.

Ya en el aeropuerto sólo me tocaba esperar. Miraba impaciente los anuncios de llegada de los aviones y sabía de antemano que por lo general los pasajeros demoran una hora en llegar. Caminaba de un lado a otro, de derecha a izquierda, de arriba abajo, buscando el mejor ángulo para que al verla llegar, no tuviera que esperar.

Tras las oleadas de pasajeros que provenían de distintos vuelos, hacía más de una hora. Mi garganta pasaba saliva con sabor a angustia, hasta que finalmente aparecieron. Logré distinguir aquella imagen tan anhelada, distinguir a aquellas a quienes yo tanto esperaba ver. Sin titubear traspasé la zona de retención de personas, me dirigí hacia ella y atravesando toda es vacía zona que separaba  la zona de desembarque y al resto de personas que esperaban a los pasajeros, llegué hasta donde ella para darle la bienvenida con un abrazo. Nos sentimos como 2 chiquillos nerviosos, como si las llamadas y correos hubiesen sido una pausa y hubiésemos regresado a la universidad. Entregándole las rosa, le dije: ¿En qué nos quedamos?

(Según nuestra libretita de cosas por hacer debió ser en francés, pero el nerviosismo no permitió tanto)

Ella cargaba a la pequeña que recién se despertaba un tanto malhumorada luego del trajín del viaje y el cambio de horario, traté de hacerle cariño pero de plano me volteó la cara…woups! Niños siempre tan sinceros (interpretando me estaría diciendo, desubicado). Como ya referí había un nerviosismo.  Procedí a ayudarla con su equipaje y al desplazarnos, me di cuenta que empezaron a hacer lo mismo sus abuelos y primos de modo que allí me los presentó, eran Don Humberto, “La Mafi”, Humbertito, Paola  y su enamorado.

Enrumbamos en 2 autos rumbo a casa de sus abuelos, no sabía que su familia iba a estar allí pero en cierto modo lo suponía.

Dentro del auto del enamorado de su prima, cual chicos tímidos estuvimos tomados a tomarnos de la mano mientras que con el otro brazo ella cargaba a la pequeña, quien de rato en rato me miraba de reojo, mientras jugaba con el globo de “Hello Kitty” que le acaba de regalar su tía Paola. Por dentro me decía caray Kitty como se me pasó ese detalle era su muñequita favorita, yo por este tiempo recién me anduve familiarizando con pocoyo, Caiu quizás por ahí Barney, parte del saber entretenerse con los niños, en fin.

Llegamos a su casa y dentro de la algarabía, una pequeña se iba acostumbrando a la idea de tanto alboroto, aunque resentida aún por no estar cerca  a sus yayos, y encontrarse con tantas personas no tan cercanas dentro de su vida cotidiana.

COINCIDENTEMENTE al pasar hacia el interior de su casa, por aquella puerta que daba a la sala sentí una energía extraña, sentí su casa pesada,  estimé que por ser casa de sus abuelos aquella energía correspondería al tiempo de la casa, simplemente especulé. A la par no dejaba que aquella opresión que me acababa de venir al pecho, e invitaba a retirarme de ese ambiente venza mis ganas de estar con ella. El poder estar a su lado era más fuerte que cualquier cosa. No quería separarme de esta ilusión, no me iba a despertar por nada del mundo, si es q estaba soñando.

Llamadas, visitas, cansancio de los demás y hasta que finalmente nos quedamos solos.

Con cierto nerviosismo procedería decir:  Hay tanto que decirte que no sé por dónde empezar, pero ahí voy.  Sé que todo el contacto que hemos tenido ha sido por teléfono, correos  lo cual ha sido bonito,  sabes que quiero formar una familia contigo, así que me gustaría hacer las cosas bien desde un comienzo, quiero hacer las cosas bien contigo, si bien tenemos nuestro día de la montaña rusa, no tenemos uno oficial, yo siempre voy a estar a tu lado, obviamente si tu quieres (la gracia del momento para verla sonreír). A lo que me refiero es que ya hemos conversado de esto, pero quisiera que tengamos un día formal y establecido para nosotros, así que hoy formalmente te pido si quieres estar conmigo, si quieres ser mi novia.

Me miró sonriendo, y con esa sonrisa mirándome los labios susurró un romántico: Sí!

Y así fue nuestro primer beso.

En una frase de hartazgo relajado dijo: 
“anda ya... q vaya a cantarle las mañanitas a la novia”

Que la familia hacía buen tiempo que le decía que se divorcie, algo que la tenía presionada durante alguna época. 


Cuando ella llegó, ya había tomado conciencia de este dato, sin embargo; actué igual que su familia en algún momento, ¿porqué razones?