LOS CHICOS NO LLORAN
Concertamos un encuentro. Pretexto mio el devolverle algunas cosas, quería decirle tantas otras. Interiormente necesitaba captar su atención para que tome conciencia de la extraña energía que percibía en el ambiente, aquella que finalmente me transtornaba poco a poco en la penumbra de aquellas madrugadas.
El Caballero en silencio mantenía su promesa, aunque ella no lo supiera.
Agotado, buscaba estratégicamente que ella pudiera ayudarlo, ayudándose ella misma.
Aquellos combates se tornaban cada vez más pesados.
La lucha era constante cada noche,
mientras que la desesperanza
se apoderaba de la mente del caballero,
ésta fue opacando su arma más letal.
La conversación fue larga. Por momentos no supe entender aquel brillo acuoso en sus ojos. Me preguntaba ¿podrían ser lágrimas de molestia, fastidio? Por cómo podía ir aquella conversación, y por el tono de su voz, no creo que la respuesta hubiese sido esperanzadora para mi. Así pensaba, sea cual sea la pregunta sentía que ella evadiría la respuesta. No sabía por que me encontraba en un estado tan derrotero, pese a saber que la actitud debía ser otra sí quería un resultado distinto. Todo aquellas cosas buenas que había pensado decirle, no se las dije, unas cuantas quizás, y las preguntas que había pensado hacerle no se las hice. Algo me detenía.
El Caballero ahora sentía aquella extraña energía del ambiente
con una gran fuerza, como en un comienzo
cuando aquellas visitas en la morada de la doncella,
como su acrecentamiento en algunas últimos encuentros.
Hoy había cobrado gran auge.
Así se bandeaba entre lo que quería decir y lo que podía decir,
las ideas no eran ordenadas.
La recordada doncella interrumpía cualquier intento de remembranza
y él no podía enviar el mensaje deseado.
Pensaba en la manera de continuar la lucha... en silencio.
Camino al paradero le regalé un escapulario, de la Virgen del Carmen. Le gustó, hacía buen tiempo que no la veía sonreir. Le expliqué someramente sobre las energías percibidas, aquellas causa de mis pesadillas. Quería que ese escapulario sea un símbolo de protección, era de alguna manera que me ayude sin que lo supiera, pues sería ella quien debería evitar las energías, quizás era esperanzarme a que pueda ver lo que yo veía. Le di ciertos tips, le hable de energía, ella evitaba conversar sobre nuestra relación. Nunca le pedí una oportunidad, o algo por el estilo.
Llegamos a su casa, quiería mantenerme a su lado y a la vez queria distanciarme para no sentir el sinsabor a estar lejos de ella.
En la puerta de su casa le conté los detalles de mi primera "pesadilla", visión o experiencia con aquella bruja, todo el proceso de identificación, quería que de alguna manera esté segura por sus propios medios, que crea por un momento en mí como lo hacía antes, y luego proceder a despedirme.
Mientras tanto los pensamientos en mi interior se agitaban en desorden sin poder organizarlos, y por fuera trataba de actuar lo más coherente posible.
Mientras tanto los pensamientos en mi interior se agitaban en desorden sin poder organizarlos, y por fuera trataba de actuar lo más coherente posible.
"Te pediría perdón si supiera que eso cambiaría tu forma de pensar,
pero sé que esta vez ya he dicho demasiado y he sido descortéz...."
Luego de haberme despedido de ella con un abrazo de sabor a resignación, giré para regresar por donde vine. El camino para llegar a la esquina de esa cuadra se hizo infinitamente largo, mil ideas pasaban por mi cabeza, muchos recuerdos, algunos como la última vez que estuve en su casa y me despedía de la bebe entre mutuas lágrimas, ese recuerdo era el que más quería evitar, así ofrecí resistencia para voltear la mirada hacia ella, para verla un momento como si fuera la última, o ver su puerta cerrada.
"...traté de reirme al respecto, cubrirlo todo con mentiras,
intenté reirme sobre ello, escondiendo las lágrimas de mis ojos..."
Sea como sea el nudo en la garganta guardaba muchos sentimientos, dejé de mirar al suelo, no vaya a ser que la gravedad coadyuve a lo que mis ojos se encargaban en ocultar, y me enfocaba por llegar a aquella aún lejana esquina, mil ideas pr mi cabeza y andaba por la casa de al lado.
"...podría arrodillarme a tus pies, pedir perdón, rogartelo,
pero sé que ya es muy tarde, ahora no hay nada que pueda hacer..."
Quería decirle que aún la amaba y que no importaba los problemas, las cantidades de pesadillas que tenga o tuviera, aún así cumpliría la promesa que le hice en esa misma puerta. Sí... que aún la amaba.
"...te diría que te amo, si pensara que fueras a quedarte,
pero sé que es vano, tu ya te fuiste..."
Confié demasiado en aquella seguridad que tenía de que me amaría por siempre, y en el proceso no estuve a su lado cuando ella me lo requirió, pensé que conversando luego, lo solucionariamos. Pensé que nuestro amor era más fuerte, en algún momento ambos colaboramos en debilitarlo.
"...prejuzgué tus límites, te presioné demasiado,
dí por aceptado que me necesitabas más..."
Un conflicto entre razón y sentimiento hacían esa cuadra más larga. Así, sin saber por que me había vuelto tan suceptible, nuevamente me contuve para no voltear, y evitar unas repentinas gotas en mis mejillas, pese a que la vista ya se me empezó a nublar. Recién avanzaría a la altura de la segunda casa vecina.
De otro lado haciendo mi antesala para la noche o mejor dicho para las experiencias de cada madrugada, me preguntaba que tipo de pesadillas tendría esa noche.
Sabía que no debía acercarme a ella por mi propia estabilidad, pero el corazón no podía entender eso. A cada paso que daba hacia aquella lejana esquina, el tiempo se hacía más lento, tomaba más conciencia de cada segundo alejándome de ella.
"...ahora haría cualquier cosa, porque vuelvas a mi lado,
pero solo sigo riendo escondiendo las lágrimas en mis ojos..."
Levanté la mirada un poco más arriba de lo normal, casi mirando al cielo para evitar que las consecuencias de la fuerza de gravedad brotaran desde mis ojos, respiré profundamente para lograr la calma y aferrame a alguna idea que me tranquilice, por tonta que fuera.
Así recordé una que decía...
Así recordé una que decía...
...los chicos no lloran.
Extrañamente esa noche fue un parentesis en mis suplicios nocturnos, no hubo pesadillas puesto que cuando abrí los ojos, fue para ver la luz del día.
Boys don't cry - The Cure
Boys don't cry - The Cure
If I thought that it would change your mind
But I know that this time
I have said too much, been too unkind
I try to laugh about it
Cover it all up with lies
I try and laugh about it
Hiding the tears in my eyes
'cause boys don't cry
Boys don't cry
I would break down at your feet
And beg forgiveness, plead with you
But I know that, it's too late
And now there's nothing I can do
So I try to laugh about it
Cover it all up with lies
I try to laugh about it
Hiding the tears in my eyes
'cause boys don't cry
I would tell you, That I loved you
If I thought that you would stay
But I know that it's no use
That you've already Gone away
Misjudged your limits
Pushed you too far
Took you for granted
I thought that you needed me more
Now I would do most anything
To get you back by my side
but I just, keep on laughing
Hiding the tears in my eyes
'cause boys don't cry
Boys don't cry
Boys don't cry
Boys don't cry