Oscar Rivera
Entonces, les contaba antes que me había perdido en su mirada y en la mágica luz de su sonrisa, ambos nos dimos cuenta que fueron unos segundos de silencio, no fueron incómodos, sólo silencio. Preguntado por lo que había ido, y siendo esta conversación confortablemente alargada por ambos, noté una peculiaridad en su manera de hablar y opté por preguntarle de dónde era. Luego de decírmelo, extendíamos la conversación por temas culturales de donde ella provenía.
Podía imaginarme una noche en la ciudad de la luz. Era ver el color de las estrellas del firmamento de París, tan sólo con mirar el azul de sus ojos, y mientras decidía en que momento seguir preguntado por lo que vine, me di cuenta que no le había preguntado su nombre.
- Perdón cuál es tu nombre?
- Marie - Me respondió
No lo pronunció con su tono afrancesado, sino en castellano perfecto. No me desconcertó su pronunciación, sino el como lo pronunciaba, hacía tiempo no escuchaba ese nombre. Pudo haber sido un "Maguí", pero no, lo pronunció tal cual y se escucha un: "Mary".

El nombre de las 3 Marías de este capítulo, no está relacionado con el cinturón de Orión por si están buscando una referencia a ello. Está referido unas coincidentes anécdotas en diciembre de 2009, las cuales asocié cuando me sucedió lo contado líneas arriba.

Diciembre 2009
Estaba asimilando una nueva estapa y tenía el mayor esmero por apartarme y olvidar antes del 25 de diciembre, aquellas malas experiencias del año. Paz, amor, y esas cosas quería mantenerlas al margen,  no consideraba adecuado para mi, proximidad alguna con alguien a quien hubiera podido haber molestado, es más a razón de evitar contacto alguno y aplicando la "Ley de De Morgan" es que hice aquella llamada referida en el capítulo 61.
(Principio de la doble negación de De Morgan: NNp⊃p)
Nightlife - IAMX (sólo para ambientar, no es apología a ningún consumo específico)



La mitad de diciembre hasta fin de año las noches serían vertiginosamente alegres: celebraciones de amigos, despedidas, cumpleaños o por que la vida lo ameritaba.
Parte del proceso era olvidar los recuerdos más próximos, olvidar pronto todo lo relacionado con Maria Alejandra, experiencia que la tomé de alguna manera irónica, como algunas veces es la vida. Verán, cuando Maria Alejandra estuvo en España quizás habré escuchado su nombre un par de veces en casi 9 años, en esos útimos días del año fueron más.

Alguna de ellas fue un tanto simple, recuerdo que en la radio de aquel taxi en el que me encontraba, entrevistaban a una oyente al parecer se trataba de algún concurso, y si cuento este detalle es porque obviamente cuando le preguntaron el nombre a la concursante esta refirió Maria Alejandra, curiosa casualidad me decía por dentro, mirando extrañado por la ventna. Mientras tanto el conflicto concepto de casualidades y la búsqueda de su porqué, hicieron una breve pausa sobre mi decisión y lo que venía haciendo. No duró mucho, no es mi tema me dije, las casualidades existen, y esta es una a la cual ya no me voy a avocar.

Estando en un local miraflorino conversando con Ricardo sobre algunos proyectos musicales, de música y de la vida en general, me interrumpe un momento y se dirige a saludar a una amiga, luego de unos minutos regresa a la mesa y le pregunto:
¿que fué?
R - nada, es que estaba saludando a un amiga
- de eso ya me di cuenta, pero ¿porqué no presentas pues?
R - jaja, tiene enamorado
- ese no es mi problema jajaja, y tampoco fue la pregunta
R - nada, es que eran unos temas que habíamos estado conversando la vez pasada, pero siempre baja acá ¿qué? ¿no la ubicas?
- osea... no me la presentas, ¿y encima tengo que conocerla?
R - pensé que la ubicabas
- No, pero dime su nombre, ya si la veo una próxima vez, al menos le puedo hacer referencia que tenemos un amigo en común, ya será cosa mía, tú no más dime como se llama.
R - Maria Alejandra -
- Ah! carajo... hubieras empezado por ahí.

Durante esos días matando el aburrimiento, se me dio por participar en un cibersorteo, el cual consistía en 2 pases dobles para un concierto privado de Noel Schajris (ex cantante de Sin Banderas). Gané las entradas, y bueno... ¿y ahora que hago con esto? utilizando el raciocineo, aproveché en pasarle la voz a un amigo de la tuna, e hicimos una simbiosis, yo pongo las entradas y luego vemos el consumo adentro, y estuvo de acuerdo.
El local miraflorino estaba atiborrado de gente, no habían mesas disponibles salvo las reservadas.
Una guapa modelo promotora de una marca de whisky, se acercó proporcionandonós unos tickets para un sorteo esa noche el cual consistía en una botella etiqueta...azul? verde? no recuerdo, pero si la disposición de tener llenado el ticket para proceder a entregárselos.
Habiendo conseguido el respectivo bolígrafo, procedí a apoyarme en una aquellas mesas vacías que estaban reservadas. Ante la tenue luz procedí a acercarme hacia la vela que iluminaba en el centro, allí donde se encontraba aquel cartel que decía "Reservado a Maria Alejandra N. N.".
Los apellidos no los recuerdo, pero el nombre sí, bastante claro como para haberme movido a otro lugar. Parecía estar desarrollando cierto pánico hacia ese nombre.

Entre conversaciones de gente que recién conoces existía una Alejandra. La abreviatura de como llamaban a Ale', era menos relacionable con el nombre completo de Mary. Hasta que en algún momento de la conversación procedió a precisar: "...bueno en realidad mi nombre completo es Maria Alejandra..."
ooooooooookeyyyyy. Quizás un meme vendría bien en este momento.
Ya iban 3 días seguidos escuchando el mismo nombre.

Había una reunión de despedida en el departamento de Miguel, un amigo tatuador reconocido a nivel internacional, invitados también una banda de rock argentina, los habían traido a tocar por ese tiempo, Stephani enamorada de Miguel, otros amigos en común y yo. La no tan breve antesala se dio ante la espera que tenia que hacer a mi amigo Kenji, en una esquina en el cruce de las calles Berlin y Coronel Inclán en la esquina del departamento de Miguel, yo me encontraba algo más que inquieto, según recordaba por ahí era el último lugar de trabajo de Maria Alejandra y lo último que quería era cruzármela. La espera fue bastante larga y había que moverse del lugar para sacarme de encima ese sentimiento angustiante, y de paso mandar unas cuantas puteadas a Kenji por su inpuntualidad.
Irónico, tratas de olvidar a alguien y mira donde resultas.

Y como dijo mi "querido amigo" Albert Einstein, si buscas resultados diferentes, haz algo diferente.
Las noches vertiginosas parecían de alguna manera, recuperar lo que se hubiese podido aprovechar durante todo el tiempo de calma.
De pronto me encontraba viviendo aventuras de una noche, encuentros furtivos, reuniones por aquí y por allá y los comentarios con picardía se hacían presentes para agregarle los chispasos de alegría al momento. Lugares frecuentados: discotecas, fiestas mainstream, wave, góticas, electro o industriales, había recibido oportunamente una liquidación y el extraño hábito nocturno de estar despierto durante las noches, se encontraba siendo gozado en su mejor momento, los cierres de aquellas noches terminaban con la salida del sol en compañía de una fémina en algún lugar más íntimo. De momento no deseaba una relación estable, evitaba también el haber desarrollado un grado de conexión con las personas, que me permitía saber cuando mentían, y esos detalles me irritaban, así que sólo me interesaba disfrutar el momento.

Hace poco me preguntaron: oye y porqué no te has casado?
Algo complicado de responder, me retrotraje a la relación de esta novela, y me di cuenta que de alguna manera seguía manteniendo cierta conexión al recuerdo de esta relación, que de alguna manera no me permitían avanzar. Quería terminar esta novela de una manera más poética y esa fue mi respuesta.
No sé, creo que aveces soy demasiado poético.
No mentí con la respuesta, sin embargo la complementaría con el tener que conocer a la persona adecuada.

Decidido estaba: terminar esta novela cuanto antes.

Asi que, no se llamaba "Maguí", sino Mary.
OK... entonces continué preguntando por lo que había ido a aquel lugar.
Eso fue como escuchar una hermosa melodía la cual de pronto se ve interrumpida por el sonido de skracth de disco.