"Nani" se había convertido en mi compañera de batallas en aquellos juegos en línea en estos tiempos de pandemia. Tardé mucho en entender que ella había sido a quién mis ángeles me enviaron directamente cuando solicité el deseo de regresar al mundo material y a ella se lo dije varias veces, cuando en sus preguntas surgía la incertidumbre de la vida, cuando la oportunidad de escuchar se manifestaba en su corazón más que en sus palabras.

Me gustaba la teatralidad de sus historias, me entretenía en estos tiempos en los cuales el mundo estaba sumido en la histeria colectiva sobre que la #pandemia solía ser una suerte de depuración para algunos, pues para otros como yo, una gran pendejada de aquellos que controlan el mundo. Parece conspiranoico pero es bastante real. 

Entendí con el tiempo la ventaja de un niño de 12 o 13 años se quedaba sentado en la mesa escuchando conversaciones de las promociones militares de mi padre, generales que compartiendo experiencias y vivencias sinceras entre amigos me abrieron los ojos a un mundo que yo no conocía, candelabros, adornos y mansiones que rememoraban el estilo de vida de aquellos que tienen la oportunidad  de controlar el destino de muchos cual ovejas, o cual granjas. Y recuerdo a lo lejos al pequeño infante que hacía concursos con el chofer que lo llevaba a casa, y que recorriendo la avenida le refería quién contaba más chimeneas como la forma entretenida de volver a casa. Una vida de glamour de la cual me había alejado por decisión que me permitía comprender otras vivencias, carencias y puntos de vista, y que formó la empatía con la vida de otros. Cada quien se mide por su inteligencia. Hábil forma de entretener a un niño, tiempo desperdiciado si me hubiera contado de las pendejadas de la vida, pero aún no era tiempo, me tocaba desarrollar lo mío en mi propio camino.

Cuando el caballero, resumido en "La Leyenda de la Mariposa" (video final del capítulo anterior) y surgido de "La Noche del Fenix" pidió el permiso a los seres celestiales, fue dirigido a un lugar en específico ni bien terminó de pedir su permiso a ellos, la concesión duró algunos años en entenderla pues, inmediatamente a su pedido fue mandando a tal lugar que, el ignoró pese a que por "casualidades de la vida" ella fue la primera que apareció en su encuentro, en aquella reunión entre luces y alcohol de celebraciones de su cumpleaños, que tiempo después entendió el caballero medieval tenían un significado mayor a la propia respuesta a su pedido, pues habíase puesto ante sus ojos aquel ser especial con la disposición de entender el camino de luz, por quién se había decido descender al planeta.

Dicen que no puedes negarle a un niño a ver el estante de caramelos en una tienda, y así me sucedió. Un conflicto interno de egos entre  lo que debe ser y de lo que podía ser capaz de lograr, si sólo me dejaba llevar por el instinto humano o si luchaba contra él, era como el pan de cada día, y así resumí mi misión en llevarle conocimiento y que ella decidiera con el libre albedrío con las tentaciones día a día acechándola, una suerte de seducción hacia la oscuridad que nos hacía analizar el mundo y sus beneficios materiales, sobrepuestos a la olvidada memoria de la misión para la cual vinimos a este mundo. Consciencia que asumí ya que a lo largo de mi existencia llevo más de 3 conexiones con el retorno a la fuente, vale decir más de 3 veces en experiencias cercanas a la muerte.

Bastó una larga tarde para conversar 6 cortas horas sin interrupciones de aparatos electrónicos para observar la esencia especial de ella, su magia ese encanto de sinceridad y desapego, esas conversaciones de seres que necesitan escucharse para saber que ella era única y que solo le faltaba asumir el uso de herramientas que tenía a su alcance para levantarse y seguir adelante. Que aunque el camino era largo su esfuerzo y lucha constante por su dignidad valía el esfuerzo sobre todo para retornar, pues aquellos que no se encontraban a su lado así se lo merecían, el retorno de un ser triunfante y luchador que encontraba en su peregrinaje el aprendizaje necesario que los seres de luz habían determinado desde otro plano que se marque por la experiencia y el libre albedrío, ya que de no hacerlo en esta vida, estaría comprometida a pasarlo de nuevo. 

Las conversaciones similares con toda su atención fueron las más memorables que jamás haya podido tener en la vida. Bendita pandemia de seguro así comparten muchas parejas.

Así en silencio y en medios cuentos entendí, entre líneas historias que después complementaría con detalles, el desamor y la tristeza habían vuelto de ella un ser que sucumbía ante la oscuridad y así en esa rebeldía le tocaba aprender sin darse cuenta  las lecciones que le tocaba superar.

Noches de rezos en silencios y de cuentos escritos y no escritos se resumían en plegarias a los más grandes seres de luz, tanto en las noches de risas como en las noches de silencio, entre las cuales nunca le diría que habían sido hechas, sino hasta el día de su despedida, pues tocaba para ella la misión de seguir adelante, por su propia cuenta, por su propia experiencia. Así como yo lo hice en su momento, con esa terquedad y frialdad que no me llevó a ningún lugar hasta que entendí la razón y el sentimiento de sentirme vivo, no de ser vulnerable sino de aceptar los regalos de las experiencias de la vida y el como esta nos hace reflexionar para crecer y superarnos.  (lee entre líneas)

Lejos de su familia ví sus primeras lágrimas cuando su tío falleció por lo que me contaba producto de la #pandemia covid-19, un resumen de impotencia por no tenerlos cerca una despedida a la distancia aislada a kilómetros de distancia. 

Su sonrisa surgía en un nuevo día tratando de maquillar aquella tristeza, que afloraba entre sus depresiones. Antes de que llegue a esta morada me había propuesto enaltecer su existencia como lo merecía pues aunque no pudiera reconocerlo en su momento, era una bendición de Dios, una preciosura de la vida, quien se encontraba aún en proceso de aceptarlo y de recordarle su valía, así como cuando un caballero medieval podía disfrazar entre ejemplos, lo que un poeta podía enaltecer en ella sin darse cuenta que en realidad se lo decía desde el fondo del corazón, maquillando a mi manera lo que en mi corazón sentía, mas no era mi misión vulnerarla sino hacerla más fuerte de lo que ya era.

Entre silencios y miradas compartimos tiempos de sobrevivencia, y la luz alumbraba para enseñarle con el ejemplo lo que materialmente se podía lograr desde la nada, me hacía recordar el tiempo de glamour y comodidades ya tenidas como parte de un regalo, un privilegio u oportunidad, sin saber ella que las oportunidades las forja uno, cuando el conocimiento adecuado se presenta en el momento adecuado. Así le dejé mucha información una para asimilar en el momento, otras que llegarán en el futuro cuando la vida ya te enseñó a valorar lo que te sucedió. Es mi parte de la física cuántica que te hará regresar a estos momentos. (esos)-

Quizás podían ser muchas palabras, pero si el dinero preocupaba debía enseñarle a pescar y no darle pescado, ella lo tenía claro y yo también , así una vez probé un exquisito manjar salido de sus manos, y la miré con ojos alumbrados tratando de hacerle entender lo que su talento en este mundo material valía, mientras ella no lo creyese, mis palabras estaban demás. Y luego... luego empecé con cierta lentitud a propagar la noticia de aquel talento, aquel que inclusive a las 4 am la hizo levantar un día para cocinar muchos pedidos.... oh vaya! si tenía como crecer la niña, una simbiosis de negocio que pudo haber crecido más si ella se lo hubiese permitido al  tiempo. 

" Pero baby" llegó un momento en el que yo sentía que no podía por el cansancio, sin dejar de empujar el talento necesitaba de su compromiso con la meta y en el ritmo de mi nuevo trabajo y el nuevo negocio, mi cuerpo desfallecía así como el de ella, fue cuando me di cuenta, que su pretexto era más grande que sus objetivos, y que  la oportunidad de engrandecer un negocio se veía manipulada por los prejuicios, así se extinguió la chispa del crecimiento pues, si ella no podía ser capaz de avanzar, para que yo haría más de lo que ella misma no era capaz de hacer por ella, si la intención de la lección era que ella lo logre por sus propios medios. Pretextos siempre surgirán miles, pues cuando te expones al mundo exterior solo te queda afrontarlo o contar otro cuento.

(Si han leído los capítulos anteriores, saben que tengo un don  que me costó asimilar y ahora uso)

Traté de asimilar las experiencias  del más allá que sucedían cuando yo no estaba. 

Entendí el porqué tras su partida, mis palabras fueron que siempre puedes venir por si quieres regresar. 

Su respuesta fue del estilo que había marcado su muy extraño proceder en los 2 últimos días, como si fuera un ser desconocido, a quién no reconocería, como si algún factor externo hubiera cambiado su conducta, cual hechizo, el "hechizo" de sus largas horas tras el aparato  y de no tomar consciencia de quien se encontraba a su alrededor.

Ella sigue aquí conmigo, en el corazón, para continuar con su aprendizaje con el amor que surgen de corazones sinceros, pues los "te quieros" intercambiados tenían mayor significado de los que pude haber sentido antes, no apegados a un tema carnal, sino a secretos y experiencias compartidas que perdurarán en el silencio de corazones que se pueden encontrar sin importar el tiempo o la distancia, más allá de la actual consciencia, más allá inclusive del #valhalla.

Así te otorgo la inmortalidad, aquella que entre líneas solo un escritor te las puede dar, entre silencios, entre entonaciones de cantos de cumpleaños o despedidas,  que solo una mascota interpreta en su silencio en su mirada triste y sus protestas en silencio, entre suspiros que él puede canalizar por mí, cada vez que escucha una canción que no teníamos programada escuchar pero que la siente en suspiros y miradas tristes, bajo el absurdo consuelo de que ya vendrá. 

Redundo, esta siempre fue una experiencia para el aprendizaje.

Mis cambios propuestos siempre la  ayudarían a adaptarse  a mejores situaciones, era la idea cuando le propuse modificar la ubicación de las cosas, para no tener que ver el reflejo desde mi cama de todo lo que veía en su celular pues atrás de ella había un virio en el ropero que siempre me permitía ver lo que veía en su celular y me reía internamente, y  sino era así, lo eran el reflejo de sus lentes, como alguna vez traté de hacérselo entender, con mis lentes puestos para su percepción. Siempre la voy a recordar delante mío con una pantalla de televisor con imágenes a escoger para perfeccionar su talento de dibujante enfocada a desarrollar lo mejor de sí, con el fin de ser una gran tatuadora pues las herramientas ya las tiene. Una gran pausa que hice a mi vida cotidiana, que fue de las mejores, un talento que surgía en este mundo material con mucha fuerza y que hubiera sido capaz de manejar con mucha mejor consciencia pues como todo soberbio nos pasa, creemos que estamos aventajados sobre el otro cuando nos ponemos en modo competencia. 

La magia de Nani rodea el hogar pues mi confianza hacia ella está en cada rincón de la casa, así como la esperanza de verla crecer, de que le rece a quien debe cuando los intereses corresponden a quien deben.

Un día le informé de temas en la vida, de evolución social y económica, y ella se sinceró respecto a la  edad que tenía, quizás hubiera utilizado otro método de saber su verdadera edad desde un inicio, pues aún anda en la edad impresionable, cuando la búsqueda de lo material suele ser lo primordial y destacable cuando haz tenido una vida difícil, cuando luchas con un mundo que no te la pone fácil, pues depende de ti, seguir luchando por tus sueños porque valen la pena y más que pena, porque valen el esfuerzo. Mis ángeles la acompañan en su recorrido, dándole las señales adecuadas para que ella las vea cuando tiene que retornar a su meta, a su real fuente de inspiración.

Me llevo los mejores recuerdos, pues las discusiones son propias de toda relación en la vida, tras cuarentena, pandemia y lo demás surgimos como personas que se sinceran compartiendo los puntos de vista, como alguien mucho mayor que yo me dijo cuando era yo más joven, no hay nada mejor que compartir opiniones distintas, conoces a las personas por lo que realmente piensas y no te adaptas a un guión sino que aprendes más de ellas y esas personas te ayudan a trascender, te adaptas y  te ayuda a crecer como persona, son las conversaciones más interesantes que podrás tener en tu vida, aprende a apreciarlas, y así lo hice.

Te esperamos aún Fito y yo deseosos de que entiendas que nunca estarás sola, que el mundo no tiene fronteras para tus sueños, pues tu destino como artista es ser grande y que el mundo te quedará chico dependiendo del tamaño de tus sueños. 

"Mereces lo que sueñas" - Gustavo Cerati - 

(versión sujeta a revisión)