Oscar Rivera
EL HECHIZO DEL HALCÓN



31 de octubre de 2009
Hubo notado en aquel encuentro, que algo extraño manteníales separados pese a estar el uno frente al otro. Aclaraciones pasadas lo hacían reflexionar sobre la distorsionada captación de las cosas que tuvieron el uno respecto del otro, al momento de darse explicaciones ninguno intento decir lo que el otro entendió.
Así en conversaciones el organismo reaccionaba distinto, algo impedíale explicarle lo que tan amorosamente podía hacer y un sentimiento de aparente indiferencia parecía mostrarse ante ella, y captarse de igual manera de ella hacia él.

- ¿Y que fue de  tu viaje?
- Lo dejé
- ¿pero por que lo dejaste?
En el vacío de mi pensamiento, cosas que pasaron e imprevistos a solucionarte, concluía
- Por quedarme con ustedes
- ¿pero por que hiciste eso?
No hagas eso, ni  por mi, ni por nadie
Parecía que esas últimas palabras transformaron toda mi percepción de las cosas y me centraron en un estado de incredulidad por lo que yo decía.
Sin lugar a duda, cuando la hirieron, la hirieron de tal manera que no concebía lo que era parte de un sacrifiio de amor, o si lo supo ya lo había olvidado... o quizás existía una tercera razón.

Algo me invitó a alejarme un rato de ella, vamos! que la comida nos cayó mal. Habrá sido la bilis y el comer, pero esa sensación nauseabunda no me la podía quitar, pasé un buen rato en el baño, disimulando mi estado, cuando entraba alguien. Tenía que regresar pronto a esa mesa y cuando estaba apunto de salir la sensación regresaba. Me tranquilicé respiré profundamente mirando con determinación hacia el espejo, tranquilidad. Lograda la calma regresé a la mesa y luego ella se levantó un buen rato. Concluía yo, vaya que la comida es una porquería acá.

Luego de acompañarla, procedía cubrir un evento de ciencias y extrañamente todo empezó a complicarse, desde los elementos que hacía uso para cubrir el mismo, hasta para la misma forma de comunicarme y poder solucionar el himpase. 
"Que casualidad que estas cosas suceden cuando me encuentro contigo", pensaba, y como ya leímos antes las casualidades no existen.
Me sería bastante extraño si es que en realidad hoy salimos a bailar, quizás esta noche de halloween pueda romper aquel hechizo que siento en el ambiente, y como cuenta la tradición sólo el amor puro sellado con un  beso puede romper los hechizos.


Noviembre 2009
Luego de reconocer a una amiga después de casi 2 semanas que la había agregado al chat, procedí a reunirme con Isabel una querida amiga de la universidad. Nos juntamos con Cecilia amiga suya y también bastante amiga de Maria Alejandra. Conversamos amenamente de temas variados, fue bastante divertida aquella tarde en que aprovechando una promoción de aquel local de comida rápida, dejamos en la ventana unas pegatinas en forma de mano con los nombres escritos en ellos, al menos eso fue en el de ellas, yo no lo hice en la mía, queriendo dejarle un mensaje un tanto subliminal a Cecilia.
"Sí voy a apoyar a alguien lo hago de corazón, no es necesario que lo ande exhibiendo para hacerlo, o decir hey! si yo fui". Entendiendo que algún día pudiera entender mi punto de vista de aquella relación y lo que percibía.

Acabando de comer, fuimos caminando en dirección de casa de Cecilia. Embarcaríamos a Isabel en el camino, y ya a solas tomamos la conversación por la parte que era inevitable. 
¿Y que pasó con Maria Alejandra? - preguntó Cecilia -
Curioso mundo que se me abrió en 2 pasos y una mirada perdida hacia el suelo, y pasó por mi cabeza todo lo que ya les he contado, las pesadillas que tenía cada noche parte de la evidente pérdida de peso que había visto en mi, las sensaciones que tuve en casa de María Alejandra, las complicaciones a la llegada del padre de la bebe, el alejamiento tras la llegada de la madre de este, el como le absorbía el tiempo planificándole los encuentros, como de un momento a otro, tras esa manipulación ella se volvía su prioridad y ya no tenía tiempo para mi, como de un momento a otro me resentía por esas actitudes y en vez de ganármela más el afecto de ella, me alejé de ella puesto que no quería presentarme a la abuela paterna de la bebe. Es que dicen ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca. Sin lugar a dudas ella le había hecho algo lo noté en sus expresiones, ya se me había sido advertido en sensaciones, y finalmente te podría decir a ella le han hecho daño desde un plano metafísico, o energético, pero que sabrías tú de estos temas mi querida amiga Cecilia - medité, y finalmente sólo le dije:
Es que ella me pidió un tiempo, yo no lo supe entender y la agobié con algunas no gratas e inoportunos reclamos, de aquella vez cuando la encontré con un amigo. Y bueno ahí quedó.
Me abstuve en explayarme en el tema, me abstuve de contarle mis continuas penurias nocturnas y cambie de cambiar de tema.
Ahora estoy más enfocado en mi título y pues eso
Nos despedimos de una forma grata y ese es el recuerdo que siempre tengo de ella, con una gran sonrisa deseándome lo mejor.

La leyenda de la mujer halcón
Reflexionaba yo con aquellas historias mágicas contadas: El hechizo del halcón; también conocido como la Leyenda de la mujer halcón, es la historia de un amor trágico entre 2 personas que no pueden estar juntas a causa de un terrible hechizo que realizó un Obispo. ¿Qué santo su ilustrísima, no? Ella se convertía en halcón durante el día, y él en lobo durante la noche. En conclusión no podían estar juntos, y rabiando me  decía: vieja de mierda!! sabes que eso se te regresa triplicado no?

Al igual que el lobo, yo ansiaba verla y estar cerca de ella, cuidarla como era debido, así que de noche en esos conflictos nocturnos ella estaba presente mientras yo era guardián de sus sueños a través de mis oraciones.Y en esa necesidad de verla, también necesitaba pedirle ayuda en ese tema en el que ella era entendida y tenía el don, que tanto se negaba a aceptar. En ese intento, quería darle algo mío para que me tenga presente, y que me ayude con este conflicto espiritual, si es que quería tomarle conciencia.


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