Oscar Rivera

Seguramente recordaran que cuando niños anhelaban ir al circo y ver a los payasos, acróbatas y cuanto show central hacía la atracción de ver algo novedoso en el circo.



Particularmente no recuerdo cuando fue la última vez que fui al circo de niño, pero sí atisbos de los payasos con sus bromas y el encandilamiento de las luces en cada acto.

Mi talentosa amiga Maria Victoria, a quien agradezco confiar en mi para algún despliegue técnico actoral, ya sea de Dj, cantante en sus shows, o uno que otro tiktok, fue quien me hiciera la consulta sobre el uso de una mezcladora de luces antes del inicio de la temporada, de esta manera me incorporaría al Circo de La Pánfila.

Con expectativa interactuaba yo con varias caras nuevas, no obstante ellos muy talentosos en el arte que ya venían desarrollando, algunos con muchos años como Plataforma Circo en las acrobacias y otros más jóvenes eran igual de talentosos en su arte como las coreografías de New Force.


Pasaban los días y se iba gestando un entorno de empatía y confianza, puesto que más allá de las responsabilidades de cada uno en su arte, nunca faltaban las bromas o comentarios graciosos, sino, ¿qué sería de un circo sin risas?.

Descubrí también que tras bambalinas circenses hay muchas responsabilidades que gestionar, temas que se presentan día a dia como cualquier trabajo y no reparé en esta última palabra como tal no por el hecho de no serlo, sino de todo lo que había disfrutado haciéndolo, pues como dice el dicho dedícate a lo que te gusta y disfrutarás de tu trabajo día a día.


Para mi fue encandilar día a día al público enalteciendo más el talento de los artistas, con las mezclas visuales y coloridas que cambiaban a ritmo de las canciones para enfatizar aquello que debía transmitir su acto.

Entre el perfeccionaniento de los actos que se brindaban día a día, existieron coordinaciones que a propósito de ellas me llevaron a interactuar no sólo en las luces y es que el conocimiento de todo lo que sucede en la producción de una obra teatral te permite anticipar situaciones, evitar las no deseadas o solucionar temas que pueden tener algún detalle técnico a perfeccionar para que cada acto resulte lo más impecable posible.


A razón de compartir conversaciones con los artistas en algunos casos me tocaba ser consejero para fortalecer su confianza y que realicen su acto de la mejor manera posible. Por ello no olvidaré las sonrisas en sus rostros no solo al recibir los aplausos del público sino también tras el telón por parte de los compañeros por el buen resultado por su performance que día a día iba mejorando.


El musical de Mario Bros.
Haber jugado Mario Bros me tenía en la situación adecuada pues la relación de melodías tenía una interactuación particular con el ritmo y código de las luces apropiadas para cada melodía de dicho musical presentado en el circo de La Pánfila.  Desde la dulce Peaches quien con sus movimientos coreográficos interactuaba con el malvado Bowser a ritmo musical, la ternura de los honguitos con su frase "somos adorables", y el heroísmo de los protagonistas Luigi y Mario, hicieron de este musical una parte encantadora del show que evocaba momentos de mi niñez y ver la actuación en modo "real life" de lo que jugaba en videojuegos. Y no fui el único puesto que cada función generaba reacciones masivas en el público por cada personaje al momento de aparecer. Pendiente yo al apoyo escénico, no solo para mover lo necesario cuando se requería, sino para ver como los actores mejoraban su performance de acuerdo a alcances que les daba para pulir detalles de sus interpretaciones.



El día que llegaron con globos de helio,, hicieron su propio número gracioso.



La agilidad de los acróbatas me dejaba boquiabierto y muchas veces en expectativa, una suerte de tensión hasta el final de sus actos que concluían todos con un gran aplauso del público y todos los que podíamos apreciarlos. Cómo no enaltecer la agilidad de una gran artista que con tan solo 12 años ya tenía la destreza y habilidad de lucirse en el trapecio a varios metros de altura.


En el aro tendríamos a "Dayane Francois" creatividad del payaso Chaskilla que en un inicio bromeando soltaba una variedad de nombres femeninos que hasta la propia Pánfila participaba siendo a veces presentada con 6 nombres entre risas. Al final de su acto ¿cómo te llamas? Remataba yo para acrecentar el ambiente ameno.



¿Qué sería de un circo sin payasos? En la variedad de sketchs presentados adecuados según el público de la función, interactuaban llevándose aplausos y sonrisas, participando en más de uno incluyendo el gran debut de "Mamertito" hijo de María Victoria, niño talentoso con una muy buena dicción al momento de leer, y la ternura de la Cuqui su otra hija quien cautivaba al público con su baile de Merlina Addams.



La Pánfila curioso personaje que evoca a una inocente provinciana norteña del Perú,  quien con ocurrencias en doble sentido y sarcasmo en sus respuestas, roba risas mientras que una mezcla de emociones te transmite una suerte de inocencia con picardía era la reina del show, quien días antes del lanzamiento del circo nos comentaba a un grupo de amigos sobre el gran mensaje  que llevaba su última canción grabada "El Celular" y el mensaje de tomar conciencia sobre el exceso de uso de los videojuegos o cómo el mal uso de este aparato que puede llevarte a perderte momentos importantes de tu vida.



Bumblebee hizo acto de presencia de una forma tan graciosa que siempre fue el trabajo conjunto de 3 artistas: quien se metía en el robot, el payaso Chaskilla quién hacía la voz y el payaso Papelito quién interactuaba con él para sacar los diálogos más graciosos.

Con los días se va formando un sentimiento de entorno familiar y aquellos más cercanos a ti se vuelven aún más, pues el enfoque continuo en las soluciones para cada uno, va acrecentando esa admiración que tienes en ellos como persona, cada detalle de producción, trajes, equipo técnico, ensayos o coordinaciones previas.

Cómo no mencionar a "Michi", asistente personal de María Victoria, celoso guardián del cuaderno de  asistencias y siempre alegre amigo quien te saludaba con un grato "Cómo estás compañere", con quien coordinábamos hasta altas horas de la noche, incluyendo incursiones a la tía veneno, con quien grabara un video al iniciar la última función, dándonos cuenta que era una cuenta regresiva para despedirnos de las rutinas artísticas y ver los rostros que día a día nos acompañaban con sus mejores sonrisas... y a veces caras tristes.


A razón de ser el último día, existía una constante que acrecentaba una suerte de nerviosismo al aproximarse la última función. Así las palmas se escuchaban también tras el telón, pues todos los artistas no solo se encontraban a la expectativa de su salida sino también de brindar el apoyo a los compañeros que iban saliendo, pues con cierto sabor a nostalgia anticipada ya referían con tristeza que no querían que acabasen las funciones. En los continuos recorridos que daba de un lado a otro para mis coordinaciones o salidas a escena, alguien me refirió "no quiero que termine", así chocando puños le dije en un sentido poético "no va a terminar" pues la magia y experiencia que se llevaban marcaría un antes y un después para aquellos que participábamos por primera vez de un show circense.


Como no mencionar a "la Barbie", además de las coreografías de New Force Studio es bailarina de ballet en formación, a quien tenía que sacar cargada a escena corriendo previamente de un extremo a otro algunas veces tropezándome para llegar a tiempo, se lucía con la confianza recopliada día a día en escena para hacer sus mejores acrobacias. Inolvidable momento al despedirse, pues junto con "Peaches" ya tenían ese brillo acuoso en los ojos que venían secándose cuando corrían por sus mejillas.
Estos brillitos se acrecentaron cuando se acercaron nuevamente para despedirse en esta ocasión de la reina del show, pues hasta "la robotina" mayor que las anteriores referidas, también se despedía con tristeza.



Una hermosa temporada en la cual entendí las palabras que me comentara Don Pitillo de Chile en alguna conversación "El circo tiene una magia maravillosa..." me dijo, y ello lo comprendí gracias a la oportunidad que me dio Maria Victoria.






Contemplé el desarmado del circo poco a poco hasta quedar vacío en espacio, pues fue el que congregó emociones del público y experiencias artísticas con sus propias emociones y así reforcé un pensamiento que venía gestando días atrás y era de que el circo no se había ido, sino que vivirá siempre en nuestros corazones.

Empezamos como pirata y terminamos como Rey 😂

Gracias Maria Victoria Santana Diaz, Sra Carmen, Michi y todo el equipo de producción y administración. A los buenos amigos que conocí los llevaré por siempre en el corazón.
Gracias Circo de "La Pánfila"

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Atendiendo a que me "desaparecieron" de las redes y mi consecutivo desprendimiento de ellas, he decidido retomarlas y relanzar algunas publicaciones mientras actualizo información, igualmente les dejo algunos videos de lo que fue El Circo de La Pánfila:

Tiktok: Pajarox

Veamos que nos depara el destino en las próximas aventuras de Jack Sparrago y sus Viajes Piratas

Facebook: ORiver MID

Aunque las redes son una forma de seguir las actividades de alguien, no olvido las palabras de quien me dijera "no es lo mismo", que a verse en persona, coincidiendo con ello.

Video: Debut de Mamertito con Chaskilla (Payasos)
Video: Michi y  Jack Sparrago Cuenta regresiva




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